viernes, 24 de febrero de 2012

Pedacito de amor delirante!!!

Hola,

Escribo esto a un rato de nuestro adiós. Nunca cerramos el ciclo, nunca dijimos nada. Mi pedacito de amor que bueno que nos separamos, que bueno que buscamos volar en direcciones distintas porque el vuelo que escogimos llevar juntos no nos llevaría a ningún lado.

Te escribo esto porque me he enfermado, el orgullo me ha consumido y el dolor me carcome por dentro. No sé cómo se llame esta enfermedad y si sea grave, no sé si sobreviviré pero de lo que estoy seguro es que llevaré una cicatriz toda la vida.

El día que te vea seguramente sonreiré porque eres lo que más he amado en mi vida, sólo que de repente despertamos, aunque hice todo lo que pude y pongo al cielo de testigo que me dolió dejarte pero un buen día se me perdió la esperanza y lo que teníamos ni reinventándonos lo rescataríamos.

He vivido contemplando como duermes… no me toca a mí despertarte, ya llegará, ya llegará aquel por quien des todo por quien sonrías plenamente. Es como dijo mamá Danny es gran muchacho.

Lo único que puedo reclamarte es este vacío que me dejas, este dolor punzante aquí en el pecho, esta sensación de salir de donde esté y perderme y caminar y caminar y es que no puedo llorar porque como te digo estoy enfermo de orgullo.

Prefiero callar, prefiero que todo mundo crea que no me importa pero en realidad me siento tan triste, tan solo y no tengo el valor de contarle a alguien que me estoy muriendo, que realmente estoy pasando un mal momento, que realmente estoy a dos de derrumbarme.

Dime ¿a dónde me voy? ¿cómo se escapa de los recuerdos? ¿cómo entierra uno a lo que más ha querido en la vida?

Sobre la mesa encontré todas mis cosas, sobre la mesa encontraste todas las tuyas… adiós a nuestra historia, adiós a nuestro pedacito de amor delirante.

Ya no tuyo,

Uriel

miércoles, 22 de febrero de 2012

Tu error…

Ya me cansé de recontar mis errores, ya me cansé de echarme la culpa, creo que es hora de ver tus errores.

Tus errores…

Tus errores son haberme dejado aquella noche en el frío y la oscuridad; dejarme a la suerte a ver qué hacía yo al día siguiente. Me dejaste cuando más te necesité cuando mis alas se estaban extendiendo a rumbos insospechados.

Tu error fue no amar al poeta, al loco enamorado, al del silencio eterno, al de la mirada desviada, al que muerde y grita, al que llora y sonríe.

Tu error fue no crecer conmigo como esas plantas distintas y ajenas que son sembradas en un mismo lugar y en lugar de robarse la luz, el agua y el alimento… lo comparten, se entrelazan y crecen buscando la eterna promesa del sol.

Tu error fue jugar a tu conveniencia y justificar tus faltas con un “bueno, no importa”…

Tu error fue no abrazarme y depender totalmente de mí, incluso de mis sueños y anhelos.

Tu error fue ser seco y distante pero esperar que yo fuera lo que siempre he sido el niño loco que hace travesuras.

Tu error fue muy sencillo, tu error fue matarme... tu error fue dejarme ir.