De lavar, planchar y trapear…

He de confesar que me he hecho muy flojo últimamente, por semanas tengo ropa sucia y es hasta que de plano que no tengo un solo trapo limpio que decido poner la lavadora. Antes cuando vivía en la ciudad, era casi lo mismo pero pues atravesaba yo la avenida Sevilla y llevaba todo mi mugrero a la lavandería.

Ahora que vivo en casa propia pues me cuesta como más trabajo; Daniel dice que es comprensible porque llego cansado de trabajar y así pero la verdad es que no es más que pereza de mi parte. Rara vez paso un fin de semana en la casa cuando no ando de fiesta pues ando fuera de la casa.

Estos dos últimos meses me he reventado en grande, fiesta, fiesta, fiesta y más fiesta… que caray. Pero bien, hoy que es domingo y son las ocho de la noche pues estoy lavando y pretendo lavar todo y no dejar ni un solo trapo sucio.

En cuanto a la planchada pues me da como flojerita porque siempre quemo las prendas o las dejo arrugadas, lo dicho esto de ser ama de casa no es como para mí. En verdad necesito una señora que me eche la mano en cuestiones del mantenimiento de un hogar.

No es que viva en un chiquero, por lo regular tengo las cosas limpias y levantadas, el problema es la ropa y la trapeada.

La vida ha fluído muy bien y estoy contento; para ser franco le he echado un poco de flojera al trabajo pero es porque ha habido poco y no siento esa presión que es necesaria para darle cuerda a la vida.

Poco a poco la estoy teniendo y por tanto pues le estoy avanzando al trabajo.

Hace poco tuve una de esas depresiones de edad en que siento que me he estancado y que no logro avanzar pero pronto lo superé y veo que tengo todavía mucho que recorrer y lo que estamos haciendo ahora es únicamente poner los cimientos.

¿Ustedes cómo van en este viaje por la vida? ¿cómo están? ¿qué han hecho?

Me voy a seguir lavando y a matar a un mosquito que me anda molestando. Besos cósmicos y abrazos… totales.



Hoy fui a comprar cochinaditas al Centro con mi madre y he descubierto esta rola en su celular, me ha gustado mucho, de verdad que tiene buen gusto la vieja.